Iñaki Moreno

Iñaki Moreno

AD ENERO 2021

Este antiguo convento en Barcelona es la casa taller del pintor IÑAKI MORENO

Cerca del barrio de Poble Nou, en Barcelona, Iñaki Moreno, con la ayuda del interiorista Alex March, ha reformado un antiguo convento para convertirlo en su taller y vivienda. Es pura poesía monacal.

 
Obra - Iñaki Moreno, Artista
Fotografías Sandra Rojo

La casa taller del artista Iñaki Moreno en Barcelona es un refugio bellísimo situado en un edificio de 1850 que antes fue un convento. Austera, poética, con piezas de Dalí y Gaudí y mucha obra propia, es el resultado de la colaboración entre el escultor y pintor con Alex March Studio, que reformó los 650 metros de este espacio muy cerca del barrio de Poblenou. Aunque del antiguo lugar religioso apenas quedan cuatro paredes, algo de ese encanto monacal perdura entre las paredes casi en bruto de Moreno. «Cuando llegué todo estaba excesivamente lleno de muebles y cuadros. Se habían perdido los límites entre el taller y la vivienda. Era un caos maravilloso donde se me hacía muy difícil de imaginar cómo era vivir y trabajar a la vez. Iñaki ansiaba un cambio y nos pusimos en marcha” explica March.

Ahora dos enormes open spaces delimitan perfectamente la casa del lugar de creación, marcados por el color de unos muros prácticamente sin tratar de ladrillo que se han pintado de naranja o blanco en algunos rincones y en otros se han dejado tal cual. Se cambió toda la distribución, exceptuando los baños y la cocina. «Antes de la reforma nada estaba en un enclave concreto, comías, descansabas o trabajabas en cualquier lugar de la casa y el taller se había extendido sin límite alguno por todas las estancias del lugar”, remarca el interiorista.

Casa Taller Inaki Moreno

Nada en esta vivienda es convencional y todo se decidió entre los dos hombres en largas conversaciones que determinaron el hilo conductor. Para dividir el dormitorio del escritorio, por ejemplo, se han colgado unas puertas blancas que actúan como biombos que dejan entrever lo que hay al otro lado. “Me gusta que mis espacios tengan cierta poesía, que es siempre su poesía, cada uno es diferente y único, como lo puede ser un ser humano”, explica March. Lo popular, la artesanía y un aire vernacular son los hilos conductores de todo el proyecto, que no renuncia tampoco a las premisas industriales de algunos de los elementos. “La paleta de colores tuvo su proceso, él tenía que estar cómodo en un espacio que le inspirara y le relajara y, a la vez, su obra tenía que lucir”.

Casa Taller Inaki Moreno

El interior es una mezcla casi mágica de muebles populares, cerámica de La Bisbal, piezas de anticuario y obras del propio artista. En esta Cueva de Alí Babá intencionadamente austera y limpia conviven una lámpara francesa de los años 50 con una mesa española del XVIII y una esculturas de principios el XX traída de Argelia con el elemento más icónico de la vivienda: la silla Calvet que Antoni Gaudí diseñó en 1902 y que ahora reedita Bd Barcelona. En el salón, la lámpara Bracelli de Salvador Dalí de los 30 resalta en unas paredes pintadas completamente de blanco que absorben la luz y la potencia de los objetos. Otro de los puntos visuales de la casa-taller es el sofá artesanal comprado en un anticuario en Barcelona que marida bien con una lámpara de Georges Pelletier de los 70 y con las vidrieras industriales de la pared.

Iñaki Moreno, Artista

El taller anexo también fue reformado por March con un objetivo: «Había que dejar que gritara, que dijera: ‘ey , estoy aquí , mírame’…”, asegura. Los rastros de la pintura están bien visibles y contrastan con algunos muebles antiguos populares que realzan el arte, el verdadero protagonista. “Me gusta profundizar en el equilibrio. Creo que ese es el camino que lleva a la belleza y, en ocasiones, a aquello que llamamos elegancia”, remata el interiorista. Concordamos.

En el rincón de la cocina, taburetes populares de Armando de David, platos de cerámica antigua de La Bisbal y cérmica y cuero de Donna Vessels y Mari Masot.

Fuente: Revista AD